|
.Sobre mí |
Ing. Andres Aliaga
Auxiliar de la justicia Perito Judicial andresaliaga.blog@gmail.com
»
Ver perfil
|
|
|
Educación integral Seguridad Vial
Cruzar por senda peatonal, prioridad de la derecha, doble línea amarilla, velocidad máxima, semáforo rojo. Son elementos conocidos por la mayoría de nosotros. Si un día nos detuviéramos en una esquina de la ciudad de Córdoba, cualquiera que eligiéramos al azar, sin importar el barrio, ni si se trata de calle, avenida o autopista, colocamos el cronómetro y observamos los comportamientos de los transeúntes. No pasará mucho tiempo antes de poder ver una infracción de tránsito. Esto es habitual y se encuentra incorporado a nuestra cultura donde respetar la autoridad o las normas es sinónimo de ser una persona falta de criterio.
La justificación: "Yo me doy cuenta cuándo es peligroso saltar una norma y cuándo no lo es, lo que me ahorra una gran cantidad de tiempo e impide que otros me impongan conductas cuando no son necesarias."
Si dos personas piensan de esta manera y se encuentran en una esquina, vienen los choques y con ellos los costos, dolores de cabeza, lesiones, incapacidades y en muchos casos también la muerte. Las muertes que ocurren todos los días en nuestra provincia, o cinco muertos en un solo siniestro al principio de la semana. Basta observar el diario La Voz del Interior y mirar el contador de muertos que lleva cada nota abajo de la fotografía.
¿Por qué motivos esta realidad no afecta la sensibilidad de las personas? Porque está la creencia que se trata de accidentes, como si cayera un meteorito, un rayo, vinieran inundaciones o terremotos.
Por otro lado, se presume ausencia de responsabilidad, y ello puede verse en los fallos penales sistemáticos donde se deja en libertad a la persona que atropelló a otra mientras cruzaba la calle por senda peatonal, o al adolescente que iba corriendo carreras en su 4x4 y mata a una familia que iba en su fiat palio salvando él su vida por viajar en un vehículo de mayor porte. O bien al padre de familia que conduce a 170km/h para volver a casa, que como no es adolescente no está "corriendo picadas".
El desprecio por las normas tiene sus consecuencias y la sociedad las acepta sin reclamos. Por tanto una educación vial de alcance puramente normativo no es suficiente para que dichas normas sean respetadas. Se debe combatir el gen que tenemos implantado que a modo de pequeño demonio nos dice "Qué haces parado en la esquina, sé vivo y pasá tranquilo que no viene nadie?". "Qué hacés viajando a 60, acelerá un poco que los de atrás te van a chocar", "Acelerá antes que el peatón empiece a cruzar, porque después vas a tener que esperar", "Se trabó el carril, cruzate a la derecha y después volvé a la izquierda, pasalos a todos estos que están acá trabados por aquel que quiere doblar".
El alcance integral de la educación vial excede el meramente normativo y va de la mano de otras especialidades como la materia ciudadanía en las escuelas, donde deberíamos enseñar valores y la libertad bien entendida en el respeto por el otro, por sus derechos y por su vida. Esta es una forma de lograr que se respeten a su vez nuestros derechos, y el principal de todos ellos que es el derecho a volver a casa sano, salvo y con vida.
Conduzcan seguros.
|