Las causas de los
accidentes de tránsito pueden clasificarse de la misma manera en que
se clasifican habitualmente los accidentes laborales.
Las mismas son
debidas principalmente a Condiciones inseguras y Actos inseguros,
donde las condiciones inseguras están vinculadas con el vehículo y
el medioambiente, mientras que los actos inseguros son propios de la
persona que se encuentra conduciendo el vehículo.
La Real Academia
Española nos brinda una definición amplia y detallada al respecto:
seguro, ra.
(Del lat. secūrus).
1. adj. Libre y exento de todo peligro,
daño o riesgo.
2. adj. Cierto, indubitable y en cierta
manera infalible.
3. adj. Firme, constante y que no está
en peligro de faltar o caerse.
4. adj. No sospechoso.
5. m. Seguridad, certeza, confianza.
6. m. Lugar o sitio libre de todo
peligro.
7. m. Salvoconducto, licencia o permiso
que se concede para ejecutar lo que sin él no se pudiera.
8. m. Mecanismo que impide el
funcionamiento indeseado de un aparato, utensilio, máquina o arma, o
que aumenta la firmeza de un cierre.
Dentro de las
condiciones inseguras podemos encontrar un vehículo con neumáticos
reventados o con desgaste excesivo, fallas o averías en el sistema
de frenos, luces inexistentes o con defectos, dirección y
suspensiones rotas por desgaste y en camiones una carga mal ubicada o
excesiva.
Si se analiza la
vía, la misma puede tener rugosidades, deformaciones, baches, falta
de señalización adecuada o bien no incluir algunas de las
tecnologías de seguridad vial recomendadas para cada situación
determinada, por ejemplo barandas de contención, banquinas,
apartaderos, refugios, etc.
El clima influye
también en las condiciones inseguras afectando centralmente la
visibilidad en situaciones de niebla, lluvia o granizo, al amanecer o
al atardecer de días soleados o parcialmente nublados es posible que
se produzcan situaciones de encandilamiento. En zonas de clima frío
en invierno puede aparecer nieve. En caminos de tierra, polvo…
Los actos inseguros,
por el contrario, corresponden a las acciones que un determinado
conductor realiza con su vehículo en un espacio y tiempo puntual. En
autopistas es frecuente observar situaciones de manejo con exceso de
velocidad, situaciones de presión a otros conductores por ceder el
paso a pesar de encontrarse en falta quien solicita dicho paso.
En la ciudad y en
cercanías a lugares bailables se presentan muy a menudo situaciones
de manejo en estado de embriaguez o ebriedad, y con adolescentes o
adultos jóvenes, carreras de automóviles en la vía pública,
maniobras peligrosas para llamar la atención, música de alto
volumen. En todo rango etáreo se comienzan a ver casos de personas
manejando y manteniendo una conversación vía telefonía celular, o
bien consultando mensajería instantánea de texto o de voz,
fotografías y videos en teléfonos inteligentes.
Las señales de
tránsito en numerosas ocasiones no se respetan. Esto es debido a
usos y costumbres de las personas, grupos sociales, habitantes de un
pueblo o ciudad. También el titular de la vía desempeña un rol
importante en esta problemática, ya que coloca señalización en
lugares inadecuados. Por ejemplo límites de velocidad que no son
respetados por ningún vehículo en zonas donde no corresponde dicha
limitación, y para quien desee respetar dicho límite se presenta
continuamente un peligro de choque o colisión por alcance.
Las distancia de
seguridad que deben guardar los vehículos se encuentra en relación
a la velocidad que llevan los mismos. A 36 Km/h, podría ser de 20
metros, a 54 Km/h, podría ser de 30 metros para manejo en ciudad en
condiciones de visibilidad buenas. Ello implica una distancia de 2
segundos entre un vehículo y el siguiente. Sin embargo existen
numerosas situaciones de tránsito principalmente las de
embotellamiento, que llevan a los vehículos a disminuir dicha
distancia, encontrando momentos donde la misma es de 2 o 3 metros
entre un vehículo y el siguiente. En dichas ocasiones es central la
visibilidad a través de los parabrisas delantero y trasero del
vehículo que se encuentra delante, a los fines de lograr anticipar
situaciones de frenado con suficiente antelación.
Con anterioridad a
la masificación de camionetas doble cabina, era bastante habitual
ver vehículos transportando personas en las cajas traseras de las
camionetas, lo que en caso de accidente los coloca en una situación
muy vulnerable frente a golpes, lastimaduras, lesiones,
incapacidades, o bien la muerte. Situación de fragilidad similar a
quienes se desplazan en vehículos de dos ruedas o a pié.
Puede usted mencionar otras condiciones y/o actos inseguros que ayuden a quienes leen este artículo a refleccionar sobre la seguridad vial?